Nota del editor: Lo que sigue es un extracto de una columna por el Presidente de AFSCME Lee Saunders publicada en The American Prospect. Lea el artículo completo (en inglés) aquí.
Una de las lecciones de la respuesta tardía de la administración Trump a la pandemia del coronavirus es que aquellos que no creen en la misión del gobierno no son muy buenos en cumplirla.
Pero la falla de enfrentar la pandemia de manera oportuna no fue sólo de Trump y tampoco fue una casualidad. En todo el país en la última década, los miembros de AFSCME han visto a gobernadores y legisladores anti gobierno subfinanciar sus agencias y privatizar o eliminar sus puestos de trabajo.
El financiamiento de las agencias de salud pública a nivel estatal y local ha sido recortado y se ha visto su capacidad disminuida. Los niveles de personal nunca regresaron a lo que fueron antes de la Gran Recesión. Los servidores públicos han sido abandonados sin las herramientas y recursos adecuados para hacer sus trabajos.
Hoy, esos mismos trabajadores están salvando vidas al frente de la emergencia de salud pública más seria en muchas décadas.
Seamos claros: Todos estamos ahora pagando el precio de medidas de austeridad de poca visión de futuro que incumplieron la promesa del gobierno de protegernos. Es hora de cambiar de curso y volver a invertir de forma agresiva en los servicios públicos – tanto para controlar este brote de virus como para asegurar que estamos preparados para el próximo.